Hoy Apple ha presentado su nuevo iPhone, donde la principal novedad es una pantalla con una nueva tecnología (Retina Display la llaman) que permite una resolución de más de 300ppp (puntos por pulgada) de resolución. No es una cifra casual, ya que 300ppp es la resolución que suelen recomendarte cuando quieres enviar trabajos a imprenta, ya que se supone que más allá de esa cifra el ojo humano no nota la diferencia (por lo general) aunque le aumentes la resolución. "This chages everything. Again.", dice la publicidad de Apple de su nuevo dispositivo. Pues, en lo que a soportes impresos respecta, puede que sí, que sea el primer paso para "cambiarlo todo" a medio plazo. Y eso incluye cómics.
Junto al nuevo dispositivo, Apple también presenta la versión de su aplicación iBooks para el iPhone. Con esto, así a bote pronto y sin poder ver "en vivo" la aplicación, tiene toda la pinta que Apple básicamente "tira a matar" al libro de bolsillo en papel para leer libros en el metro o en el bus sin tener que cargar con un objeto más. En un aparato, tienes teléfono, e-mail, cámara de fotos y vídeo... y, ahora también, libro de bolsillo.
Esto me ha recordado una conversación de hace unas semanas sobre cómic digital, en la que mi contertulio (hola, Juan Carlos) me argumentaba a favor del papel que la resolución que da la imprenta no la daba una pantalla, por muy buena que fuera. Que en lo que a nivel de calidad de reproducción el cómic digital todavía no podía competir en igualdad de condiciones con el papel. Y tenía razón. Hasta ahora. O al menos, hasta que la fabricanción en masa de estas pantallas facilite la reducción de precio y las haga asequibles a un tamaño mayor, lo suficiente para incorporarlas a una futura versión del iPad (la resolución del modelo actual del iPad es 132ppp, que ya es superior a una pantalla estándar; en Windows creo que es de 96ppp), aumentaría sus posibilidades de convertirse definitivamente en el revistas-y-periodicos-de-papel-killer (y tebeos-de-papel-killer por asimilación).
